Después de varios años entre Milán y Londres, Frederik desembarca en Barcelona, donde las posibilidades de acción se concretan y empieza a proyectar ilustraciones que beben de sus experiencias en la ciudad. Así pues, estas ilustraciones encuentran un soporte: la camiseta blanca, entendida como hoja o lienzo.
Por eso, quizá es mejor no hablar de marca, sino de un proyecto visual más complejo, que por ahora conocemos sólo en su fase inicial.
Frederik Garcia tiene en la base de su estilo el uso del blanco y negro y la técnica serigráfica. Las ilustraciones que trabaja son a veces
minimalistas y descriptivas ; y a veces oníricas y surrealistas; y estas, al plasmarse a través de métodos artesanales, producen imágenes rotas, con pequeñas imperfecciones. Inspirándose en la estética de los viejos fanzines, siempre en blanco y negro, que usa las fotocopias de fotocopias o las imágenes recortadas de un periódico, se construye gran parte de la estética de Frederik; ya no sólo de las camisetas o de las ilustraciones, sinó de todo el conjunto visual que conforma el proyecto. Se trata de llevar al máximo de sus posibilidades una estética de recursos limitados, donde la autoproducción es esencial y el tiempo es indispensable. Es decir, cada estampa se reproduce a mano con herramientas hechas a mano, lo cual requiere de su tiempo, lo cual da a su vez un valor de
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